La Inclusión Financiera es esencial en nuestras vidas. ¿Por qué? Porque va más allá de tener acceso a servicios bancarios; se trata de empoderamiento económico, estabilidad y la posibilidad de alcanzar metas financieras. Además, en la era digital, se convierte en una herramienta poderosa que puede marcar la diferencia en la vida de las personas y comunidades.
En México, y según el informe titulado “Medición de la inclusión financiera en México a través de un índice multidimensional”, generado por la CEPAL, la inclusión financiera se ha definido como “el acceso y uso de servicios financieros bajo una regulación apropiada que garantice esquemas de protección al consumidor y promueva la educación financiera para mejorar las capacidades financieras de todos los segmentos de la población”.
Dicha definición identifica tres dimensiones fundamentales de la inclusión financiera: acceso, utilización y calidad, las cuales son fundamentales para comprender y medir su alcance y su efectividad en una sociedad o economía.
En lo que respecta al acceso, este se refiere a la disponibilidad de productos y servicios financieros, ya sea físicamente a través de sucursales y cajeros automáticos o electrónicamente mediante servicios en línea y móviles. El segundo factor es el uso, el cual se relaciona con la tenencia y utilización de cuentas financieras y otros productos en el sistema financiero formal.
Y por último, la calidad que se refiere a cómo se proporciona el acceso y uso de estos productos, la cobertura de las necesidades del consumidor, la protección al consumidor y la educación financiera.
Importancia de la creación de un índice de Inclusión Financiera
Ante la abundancia de información disponible sobre la inclusión financiera, es válido cuestionar la necesidad de crear un índice específico para medirla. No obstante, el documento “Medición de la inclusión financiera en México a través de un índice multidimensional” arroja luz sobre la importancia de tales índices en el ámbito de la formulación de políticas públicas y la toma de decisiones.
En primer lugar, los índices desempeñan un papel crucial al condensar la información proveniente de encuestas y registros. Al hacerlo, simplifican la evaluación de la inclusión financiera, lo que a su vez facilita la identificación de áreas que requieren mejoras y la toma de decisiones informadas por parte de los responsables de políticas.
Además, los índices permiten comparar de manera efectiva entre diferentes elementos, como países o regiones. Esta capacidad de comparación es esencial para destacar diferencias y similitudes, lo que puede proporcionar información valiosa para la formulación de políticas y el aprendizaje de buenas prácticas de otros lugares.
Los índices también tienen un impacto en la comunicación pública y la concienciación. Al simplificar temas complejos, pueden hacer que la importancia de la inclusión financiera sea más comprensible para el público en general, lo que, a su vez, puede movilizar el apoyo para políticas que la promuevan.
Sin embargo, es esencial destacar que la construcción de índices requiere el uso de técnicas apropiadas y datos de alta calidad para evitar llegar a conclusiones erróneas. En este sentido, los índices pueden ser simples, al agregar valores de diversas variables, o compuestos, al combinar información de múltiples fuentes utilizando técnicas estadísticas. La elección de enfoque dependerá de la naturaleza de la medición y los objetivos específicos de la evaluación de la inclusión financiera.
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