En la era digital, donde la conectividad es un puente hacia la inclusión financiera, México enfrenta desafíos significativos en el ámbito de la banca móvil.
Aunque el país ha alcanzado un impresionante 80% de conectividad a Internet en su población objetivo, solo el 25% utiliza actualmente la banca digital, un número considerablemente inferior al promedio de América Latina y el Caribe, que se sitúa en un 39%.
Este escenario, extraído del Panorama de Inclusión Financiera 2023, pone de manifiesto la brecha existente en la adopción de servicios financieros digitales en México.
A pesar de los esfuerzos por extender la conectividad, persisten obstáculos notables que limitan el acceso y la participación en plataformas financieras digitales, especialmente entre grupos vulnerables.
Entre los grupos que enfrentan mayores dificultades se encuentran los adultos mayores, la población que reside en zonas rurales y la población indígena.
Estos segmentos de la sociedad mexicana enfrentan barreras que van más allá de la conectividad, como la falta de familiaridad con la tecnología, la educación financiera limitada y la desconfianza en los servicios digitales.
Comparado con economías similares de la región, como Brasil y Chile, donde el 51% y el 59% de la población, respectivamente, utiliza la banca móvil, México queda rezagado. Esto destaca la necesidad de abordar las cuestiones específicas que afectan la adopción de servicios financieros digitales en el país.
Los datos del informe subrayan que, a pesar de los avances en conectividad, México se encuentra por debajo del promedio regional en niveles de bancarización digital, con un 39%. Esto resalta la importancia de implementar medidas específicas para fomentar la inclusión financiera y cerrar la brecha digital existente.
Para abordar este desafío, es crucial implementar estrategias inclusivas que consideren las diversas realidades de la sociedad mexicana. Esto implica desarrollar programas de educación financiera adaptados a diferentes grupos demográficos, mejorar la accesibilidad de las plataformas digitales y fortalecer la confianza en la seguridad y privacidad de los servicios financieros en línea.
El camino hacia una inclusión financiera plena en México requiere un enfoque integral y colaborativo, donde el gobierno, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil trabajen de la mano para superar las barreras que limitan el acceso a la banca digital. Solo así se podrá construir un futuro donde todos los mexicanos puedan disfrutar de los beneficios de la revolución digital en el ámbito financiero.