Las Fintechs han emergido como agentes de cambio disruptivos, especialmente para los millones de adultos no bancarizados o sub-bancarizados en todo el mundo. Esta creciente industria no solo representa una oportunidad económica significativa, sino también un imperativo moral en la lucha por cerrar la brecha de inclusión financiera.
A medida que el informe “Global Fintech 2024: Prudencia, Ganancias y Crecimiento” de Boston Consulting Group (BCG) y QED Investors destaca, las fintechs están posicionadas para alcanzar ganancias astronómicas que podrían superar los 1.5 billones de dólares para 2025. Este pronóstico subraya no solo la expansión del sector, sino también su capacidad para innovar y adaptarse en un entorno económico dinámico y desafiante.
Con aproximadamente 1,500 millones de adultos sin acceso a servicios bancarios y 2,800 millones sub-bancarizados a nivel global, las Fintechs desempeñan un papel crucial al ofrecer soluciones financieras accesibles y personalizadas.
Tecnologías como la Inteligencia Artificial y las plataformas digitales integradas están democratizando el acceso a servicios antes reservados solo para unos pocos privilegiados.
Alejandro Tfeli, Managing Director & Partner de BCG, ha enfatizado la importancia estratégica de las Fintechs en la inclusión financiera global al asegurar que estas empresas son clave para cerrar la brecha de acceso a servicios financieros, permitiendo a millones de personas gestionar sus finanzas de manera efectiva y segura.
Nigel Morris, managing partner de QED Investors, subraya además que las Fintechs están liderando un cambio hacia un crecimiento más sostenible y rentable, alejándose del modelo de “crecimiento a toda costa” hacia una innovación más centrada en las necesidades reales de los usuarios.
Las empresas del sector no solo redefinen cómo se accede y se utiliza el dinero, también transforman la economía global al ofrecer nuevas oportunidades de crecimiento económico y desarrollo personal.
A través de iniciativas como las finanzas integradas, el comercio conectado y la banca abierta, estas empresas están empoderando a individuos y comunidades enteras al facilitar un acceso más equitativo y eficiente a los recursos financieros.
Para maximizar el impacto positivo de las Fintechs, es fundamental que los gobiernos y los reguladores creen un entorno propicio para la innovación y la inclusión financiera. Esto implica promover políticas que fomenten la competencia justa, protejan los derechos de los consumidores y faciliten el desarrollo de infraestructuras digitales robustas y seguras.
Al democratizar el acceso a servicios financieros esenciales, estas empresas no solo están transformando vidas individuales, sino también contribuyendo al desarrollo económico sostenible a escala global.