Criptomonedas: ¿La llave para la inclusión financiera en México?
Criptomonedas: ¿La llave para la inclusión financiera en México?
Alexis Nickin Gaxiola

Criptomonedas: ¿La llave para la inclusión financiera en México?

En México, la inclusión financiera sigue siendo un reto importante. Recientemente la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, reveló que solo el 76.5% de la población adulta tiene al menos un producto financiero formal (cuenta de ahorro, crédito, seguro o afore). Sin embargo, esta cifra esconde disparidades significativas por región y grupo demográfico.

 

La encuesta también muestra que existen brechas importantes en el acceso a productos financieros según el sexo. En 2024, la diferencia entre hombres y mujeres con al menos un producto financiero fue de 8.1 puntos porcentuales (80.9% para hombres vs. 72.8% para mujeres). Además, el estudio arrojó que solo el 65.5% de las personas que viven en localidades de menos de 15 mil habitantes tienen acceso a productos financieros, en comparación con el 84.9% que se localiza en la región Noreste del país.

 

Ante este panorama, las criptomonedas están emergiendo como una solución disruptiva. Su facilidad de acceso, bajo costo operativo y la posibilidad de operar sin intermediarios financieros posicionan a estos activos digitales como herramientas poderosas para incluir a quienes históricamente han sido excluidos.

 

La tecnología al servicio de la inclusión

La revolución cripto no es solo una tendencia tecnológica: es una oportunidad para rediseñar la forma en la que millones de mexicanos se relacionan con el dinero. Las criptomonedas pueden ofrecer acceso a servicios financieros más equitativos, flexibles y seguros. Pero para que esta promesa se cumpla, es fundamental acompañarla con educación, regulación inteligente y un enfoque centrado en las personas.

 

Uno de los retos que enfrenta la adopción masiva de criptomonedas es la volatilidad. Sin embargo, las stablecoins, activos digitales respaldados por monedas fiduciarias como el dólar, ofrecen una opción más estable. En países con alta inflación o devaluación constante, como ha ocurrido en diversas economías emergentes, estas monedas digitales permiten preservar el valor del dinero sin salir del entorno cripto. De esta forma, se abre la posibilidad de que las personas, incluso sin experiencia financiera previa, puedan ahorrar o realizar transacciones sin temor a perder su capital.

 

El verdadero valor de las criptomonedas está en la tecnología que las respalda: blockchain. Esta herramienta descentralizada y segura permite procesar operaciones con mayor rapidez, menor costo y alta transparencia. A través de blockchain, millones de personas pueden acceder a servicios como remesas, microcréditos o seguros sin necesidad de intermediarios financieros tradicionales.

 

En este contexto, resulta fundamental comprender las regulaciones existentes que buscan proteger e informar a los usuarios, ya que conocer este marco legal es clave para acceder de forma segura a los beneficios financieros que pueden ofrecer las criptomonedas. México, en particular, se ha posicionado como uno de los países líderes en América Latina en este ámbito.

 

El sector Fintech y su regulación en México

Desde su entrada en vigor en 2018, la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera —mejor conocida como Ley Fintech— ha marcado un antes y un después en el panorama financiero mexicano. Esta legislación significó un avance crucial al establecer un marco normativo para un sector que hasta entonces operaba en gran medida sin regulación formal. Su objetivo: dar orden y legitimidad a los servicios financieros ofrecidos a través de plataformas digitales y tecnologías emergentes.

 

Gracias a esta ley, figuras como las plataformas de financiamiento colectivo y las instituciones de fondos de pago electrónico encontraron un respaldo legal que les permitió ganar credibilidad y atraer la confianza de los usuarios. Hoy, millones de personas pueden acceder a servicios financieros digitales con mayor seguridad y transparencia. Sin embargo, como toda regulación en un entorno tan dinámico como el tecnológico, la Ley Fintech presenta retos y áreas perfectibles. Aunque contempla medidas para proteger al consumidor, aún existen vacíos importantes en temas como la seguridad cibernética y la protección de datos personales, dos aspectos críticos en la era digital.

 

México tiene ante sí una gran oportunidad: fortalecer su marco regulatorio para promover la innovación, ampliar el acceso a servicios financieros y, sobre todo, impulsar la inclusión de sectores tradicionalmente excluidos del sistema bancario. Incorporar incentivos que estimulen el desarrollo de productos y servicios orientados a los no bancarizados podría traducirse en un crecimiento más equitativo y sostenible del ecosistema Fintech. Asimismo, fomentar una competencia justa y abierta alentaría la adopción masiva de herramientas digitales en todo el país.

 

La Ley Fintech ha sido un hito relevante en la transformación del sistema financiero mexicano. No obstante, su evolución continua será fundamental para consolidar a México como líder regional en innovación e inclusión financiera, asegurando que el desarrollo del sector vaya de la mano con la equidad, la seguridad y la protección del usuario.