Como parte del Índice de Inclusión Financiera de Credicorp, Bolivia resultó el quinto país con mejor acceso financiero en áreas rurales dentro de América Latina, con una notable puntuación de 40.09 sobre 100.
Este logro, basado en encuestas domiciliarias con un diseño muestral nacional, evidenció a la inclusión financiera, entendida como la capacidad de las personas y empresas para acceder y utilizar servicios financieros de manera eficiente y asequible, como clave en el desarrollo económico y la reducción de la pobreza en países de esta región.
Asimismo, el facilitar el acceso a servicios financieros en áreas rurales no solo promueve la estabilidad económica a nivel individual y comunitario, sino que también estimula el crecimiento económico a nivel nacional.
El análisis del Índice de Inclusión Financiera de Credicorp también subraya la importancia de implementar políticas y programas para garantizar la accesibilidad y disponibilidad de servicios financieros en áreas rurales.
Por ello, la implementación de infraestructuras financieras adecuadas, el desarrollo de tecnologías financieras innovadoras y la capacitación en educación financiera son aspectos fundamentales para fortalecer la inclusión financiera en estas comunidades.
Estas acciones reconocidas por Bolivia también promueven la equidad y justicia social, impulsa el desarrollo económico sostenible, ayuda a reducir la pobreza y fortalece la resiliencia ante crisis económicas y desastres naturales. Y refleja un compromiso con sus habitantes, independientemente de su ubicación geográfica, para que tengan igualdad de oportunidades para prosperar y contribuir al crecimiento del país.
Esto también fue respaldado por Christian Hausherr, gerente de la División de Finanzas y Mercado de Capitales del Banco de Crédito BCP, quien afirmó que el acceso equitativo a los servicios financieros es un componente esencial para la igualdad de oportunidades y el crecimiento económico sostenible.
El liderazgo de Bolivia en inclusión financiera en zonas rurales refleja un compromiso firme con el desarrollo económico inclusivo y sostenible. Sin embargo, es importante reconocer que aún queda mucho por hacer. Es necesario continuar trabajando en la implementación de políticas y estrategias que aborden las barreras y desafíos que enfrentan las comunidades rurales en el acceso a servicios financieros.