Existe un dilema en el entorno económico mexicano, el cual tiene que ver con los pros y contras del uso de efectivo por la población, y si bien, el adiós de este aún se ve lejano en el país, los pagos digitales tampoco han cobrado la fuerza necesaria para posicionarse como el método de pago predilecto.
La pandemia del Covid-19 transfiguró el ecosistema financiero y a la fecha sigue reconfigurándose a través del uso de nuevas tecnologías como el Blockchain, incluso, se sabe que antes de esta situación el uso de efectivo entre la población mexicana era del 93%, lo cual cambió tan solo tres meses después de la emergencia sanitaria al colocarse con solo el 86%.
Actualmente, de acuerdo con el Reporte Anual Fintech México 2024, realizado por NTT DATA, en México más de 44% de la población adulta tiene al efectivo como su medio de pago predilecto, lo cual se fundamenta en la baja inclusión financiera.
No obstante, hay quienes se aventuran a opinar lo contrario, como algunos miembros de la industria financiera que estuvieron presentes en la 87 Convención Bancaria, al considerar que lo más probable es que el medio de pago preferido en México sea una mezcla de tarjetas de crédito y débito, las transferencias digitales y los monederos electrónicos, así como un poco de efectivo.
Esto, a pesar de que también están conscientes de que existen obstáculos para la digitalización, tales como la resistencia al cambio y la informalidad financiera
Incluso, el “Estudio de Venta Online 2022”, elaborado por Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO) revela un dato peculiar, el efectivo ocupa la segunda posición como método de pago online, lo que demuestra que incluso para transacciones de plataformas en línea se privilegia dicha modalidad.
Asimismo, otros factores que han sido revelados por varios estudios y que exponen el por qué los mexicanos prefieren el uso de efectivo, tienen que ver con la edad y el nivel socioeconómico.
También se sabe que el tipo de comercios en donde la población usa más el efectivo está vinculado al sector informal, trabajadores independientes y microempresarios.
Por otro lado, el reporte realizado por NTT DATA destaca que en cuanto a la población que utiliza mayormente el efectivo, se observa que el 61% de esta pertenece al nivel socioeconómico D+/D, considerado pobreza extrema con ingresos de entre cuatro mil y nueve mil pesos; y bajo típico, con ingresos de nieve mil a 18 mil pesos.
Por estas y otras razones, hay expertos que han planteado la teoría de que México pasa por una etapa similar a la que vivieron países como India, en los que el efectivo se convirtió en un problema.
La única diferencia es que iniciativas como CoDi, llegaron al entorno financiero mexicano para buscan acelerar los pagos digitales y la inclusión financiero en el país.
Y la apuesta seguirá siendo que la población adopte un medio de pago con mayores beneficios que el efectivo, como son la practicidad, facilidad y seguridad.