Dinero digital, ¿cómo ayuda a generar mayor inclusión financiera?
Dinero digital, ¿cómo ayuda a generar mayor inclusión financiera?
Alexis Nickin Gaxiola

Dinero digital, ¿cómo ayuda a generar mayor inclusión financiera?

Las operaciones financieras digitales están desplazando rápidamente a las transacciones en efectivo, marcando un hito positivo en la búsqueda de eficiencia y conectividad económica. Sin embargo, en el contexto mexicano, la transición hacia el dinero digital enfrenta desafíos considerables, especialmente debido al persistente arraigo de la economía informal, donde los pagos en efectivo son la norma.

 

La Encuesta Nacional de Riesgos 2020 revela que la economía informal representa aproximadamente el 22.5% del PIB en México, siendo el dinero en efectivo el medio predominante para liquidar transacciones. A pesar de este escenario, la evolución de los bancos tradicionales, el surgimiento de nuevas empresas financieras y la implementación de herramientas como el SPEI, el Codi y Dimo por parte del Banco de México, están propiciando un aumento significativo en los pagos digitales.

 

A pesar del crecimiento registrado en 2021, con más de 50 millones de usuarios de pagos digitales, el principal obstáculo persiste en el uso continuo del efectivo, especialmente en transacciones de bajo monto, donde el 82% sigue realizándose en efectivo según datos de la fintech Klar.

Durante el STP Summit 2023, expertos de la industria de pagos resaltaron los avances significativos de los pagos digitalizados, especialmente tras la propagación global del COVID-19, que aceleró la adopción de tecnologías digitales en diversos sectores económicos.

A nivel global, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) reporta un crecimiento anual del 12.7% en pagos digitales, representando el 60% del PIB mundial. En México, el SPEI se destaca como una herramienta crucial para prevenir fraudes mediante la generación de un Comprobante Electrónico de Pago (CEP), según Jaime Márquez Poo, Director Ejecutivo de Desarrollo de Negocios de Sistema de Transferencias y Pagos (STP).

 

A pesar de estos avances, México se encuentra rezagado en la adopción del dinero digital. La banca móvil, según el Índice Citibanamex de 2022, emerge como un catalizador fundamental para la inclusión financiera, con un aumento del 400% en contratos que utilizan esta modalidad de 2017 a 2022. Sin embargo, el desafío de la ciberseguridad se presenta como una prioridad, dado el auge de la economía digital y las criptomonedas.

 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) sugiere que las Monedas Digitales de Bancos Centrales (CBDC) podrían ser la clave para superar barreras en la inclusión financiera. Países como Bahamas, Jamaica y Nigeria ya han implementado CBDC, y más de 100 países, incluido México, exploran la posibilidad de adoptarlas en el futuro.

 

El diseño adecuado de las CBDC, abordando barreras como la falta de acceso a servicios financieros, la ausencia de cuentas bancarias y la privacidad en transacciones, se destaca como esencial según el FMI.

La transición del efectivo al efectivo digital plantea desafíos, pero también abre oportunidades para construir una economía más inclusiva y digitalizada en México. El gobierno y la iniciativa privada juegan un papel crucial en esta transformación, requiriendo una adopción progresiva de tecnologías financieras y políticas inclusivas para asegurar un futuro financiero accesible para todos.

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