En la última década, las criptomonedas han ido ganando terreno y posicionándose como una alternativa seria al dinero tradicional. Vemos cada vez más inversionistas y empresas realizar o aceptar transacciones con alguna de las divisas digitales que actualmente circulan.
Uno de los ámbitos donde las criptomonedas comienzan a ser consideradas como una opción viable son los fondos para el retiro, gracias al gran valor que han adquirido en la última década. Por esta razón, su rendimiento resulta ser mucho mayor que los ofrecidos por opciones tradicionales, como las administradoras de fondos para el retiro, mejor conocidas como afores.
Sin embargo, no hay que perder de vista que este 2022 está siendo un año sumamente complicado para el criptomercado en general, debido principalmente a factores como la inflación y las tensiones geopolíticas registradas en ciertas regiones del mundo. Además, aún hay desconfianza hacia las criptomonedas, puesto que todavía se les considera activos de riesgo, al no estar completamente regulados.
¿Cómo funcionan las criptomonedas y el criptomercado?
Es por ello por lo que resulta fundamental informarse y conocer a fondo antes de apoyarse en ellas para un aspecto sumamente delicado como el ahorro para el retiro.
Dicho de otra forma, hay que investigar primero sobre la divisa digital en que se desea invertir, así como revisar las proyecciones a mediano y largo plazo. También requiere un involucramiento total del inversionista para tener un mayor control y dimensión de las potenciales ganancias. No cualquier criptomoneda es apropiada para crear fondos de jubilación, pero hay dos que son confiables gracias a su funcionalidad en el mundo real.
La primera es, naturalmente, el Bitcoin. A pesar de haber perdido dos tercios de su valor este año, Bitcoin sigue siendo la mejor posicionada y con mayor capitalización de mercado y volumen de negociación. La siguiente opción en la fila es Ethereum, que, si bien tiene una capitalización de mercado mucho menor, también es bastante grande, y ha crecido casi al mismo ritmo que Bitcoin.
Las criptomonedas y los planes de jubilación no necesariamente van de la mano. Pero con una cartera bien diversificada y una alta tolerancia al riesgo, una pequeña asignación a criptomonedas no está de más. A esto se suma que el “criptoinvierno” ha hecho que varias divisas digitales puedan adquirirse a un precio más bajo.
A manera de conclusión, ninguna criptomoneda es completamente estable. Por lo tanto, no es recomendable emplearlas como única herramienta para generar fondos para el retiro, pero tampoco es mala idea incluirlas como una opción más dentro de una cartera de inversión diversificada.